La Defensora del Pueblo ha remitido un nuevo escrito a la Comunidad de Madrid en el que solicita que la menor de 15 meses retirada a su madre sea evaluada en un centro hospitalario tras nuevos informes que apuntan la posibilidad de que desarrolle problemas psicológicos o psiquiátricos por su separación forzosa de su madre y su traslado a un centro de acogida.
Es un pequeño avance en el caso de Habiba (nombre falso), una mujer de origen marroquí de 22 años a la que el Gobierno regional le retiró la custodia la semana pasada. La Fundación Raíces dio a conocer el caso y ha llevado la cuestión a los tribunales por considerar que el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) le había retirado la custodia "por no llevar a cabo el programa que tenían previsto para ella y para la niña que, fundamentalmente, consistía en suspender la lactancia materna por considerarla 'caótica y perjudicial para los niños y niñas'".
A instancias de la Fundación Raíces , la Defensora del Pueblo interina, María Luisa Cava de Llano, ha tenido conocimiento de una serie de informes que señalan que la retirada de la custodia "es dañina" para la menor, "porque se la somete a un estrés excesivo, el de la separación, para el que todavía no está preparada".
Se trata de un informe firmado por Adolfo Gómez Papí, médico adjunto del Servicio de Pediatría en el Hospital Universitario de Tarragona Joan XXIII; Josefa Aguayo Maldonado, Jefa de Sección de Neonatología del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla; y Mª Carmen Pallás Alonso, Jefe de Servicio de Neonatología del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Todos son miembros del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría.
En su estudio, señalan que los argumentos esgrimidos por el IMMF para la retirada de la custodia "no solo no justifican que la relación maternal de Habiba con su hija pueda ser perjudicial para Alma, sino que demuestran que Alma estaba perfectamente alimentada, cuidada y querida". "La decisión de separar a Alma de Habiba es dañina para ambas. Para Alma, porque se le somete a un estrés excesivo, el estrés de la separación, para la que todavía no está preparada, y se le priva del mejor alimento y de los mejores cuidados que puede recibir, cortando bruscamente una relación de apego seguro con su madre".
Los profesionales destacan además que "el estrés tiene consecuencias físicas (mayor riesgo de infecciones, pérdida de peso) y psicológicas". "Cuanto más dure la separación, mayor será el daño infringido a Alma. Se debería revocar dicha decisión cuanto antes para minimizar los daños causados. Rectificar es de sabios", concluyen.
En este contexto, la Defensora interina, María Luisa Cava de Llano, firma un nuevo escrito dirigido a la responsable de Fundación Raíces, promotora de las denuncias sobre el caso de Habiba, en el que explica que "ante la preocupación" que le causan estos informes, ha considerado "necesario" volver a dirigirse a la Comunidad de Madrid. "Que sin demora, se valore la situación de la menor en una Unidad de Hospitalización Pediátrica y, conforme a lo que ya solicité el día 8 de junio, se ofrezca un recurso de convivencia permanente para la madre y la hija, que parece ahora muy urgente a la vista de los informes sobre la salud física y mental de la niña", explica la carta.
Ante la denuncia de Fundación Raíces, que ha sido reproducida en distintos blogs y en las redes sociales, la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de Madrid explicó que la tutela no se había retirado por la lactancia, sino porque varios informes de los centros por los que la madre había pasado apuntaban una "conducta agresiva" en la mujer que desaconsejaba su permanencia con la menor.
Por su parte, el fiscal jefe de Madrid, Eduardo Esteban, anunció que impugnaría la resolución por entender que "no hay en el expediente razones suficientes para retirar a la madre la custodia de su hija". Por ahora, la resolución ha sido impugnada por la madre ante un juez, que aún no se ha pronunciado ni ha dictado medidas cautelares al respecto. En las últimas dos semanas, madre e hija se han visto "solo 3 horas", conforme la denuncia de Fundación Raíces.
El IMMF siempre ha sostenido que la separación de madre e hija nunca se ha debido a cuestiones de alimentación. Sin embargo, ayer, en la hora semanal a la que tiene derecho Habiba y su hija para estar juntas, cuando la intentó mamar "le gritaron para que no lo hiciera", aseguran desde la Fundación.
Fuente: El País
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