No dar espinacas ni acelgas a los niños menores de un año y limitarlas hasta los tres, no consumir pez espada o atún rojo durante el embarazo o la lactancia y no comer la "carne oscura" de los crustáceos son algunos de los consejos facilitados por los expertos para reducir la exposición de grupos de riesgo a ciertos contaminantes alimentarios. Aunque la fijación de límites máximos en la legislación es la medida de gestión del riesgo más eficaz, en ocasiones no supone una protección adecuada para ciertos grupos de la población considerados "de riesgo", por lo que es necesario recurrir a recomendaciones de consumo especiales para reducir la exposición de los consumidores de estas poblaciones sensibles al factor de riesgo. Esta es la afirmación de la Autoridad Española de Seguridad Alimentaria (AESAN), que ha identificado tres casos concretos en los que se consideran necesarias estas medidas. La AESAN ha emitido recomendaciones de consumo de hortalizas por la presencia de nitratos, de pescado por la presencia de mercurio y de crustáceos para reducir la exposición al cadmio.
17 jun 2011
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