Este tipo de extracción es ideal para los primeros días del post parto; las cantidades de calostro son muy pequeñas. Se pueden recolectar en una cucharita y ofrecérselas al niño.Es un técnica utilizada en todo el mundo que permite a la mujer familiarizares con su pecho y perder el miedo.
Normalmente no se consiguen grandes volúmenes. Para realizar la extracción manual hay que colocar la mano en el pecho; para la mayoría de las mujeres es más fácil con una mano encima de la areola y la otra debajo.
La zona sobre la que hay que apretar está a unos 3 cm desde la base del pezón lo que no siempre coincide con el borde de la areola. Hay que apretar hacia la pared torácica y después comprimir el pecho entre el pulgar y los otros dedos. Seguir comprimiendo el pecho mientras se separa la mano de la pared torácica. Es en una acción de “ordeño” hacia el pezón, sin deslizar los dedos sobre la piel. No hay que estirar, aplastar ni frotar el pecho. Repetir este movimiento de forma rítmica a una velocidad que resulte cómoda y no abrasiva. La mano debe rotarse alrededor de la mama para masajear y apretar todos los cuadrantes.
Cada madre desarrolla su propio estilo natural, por lo que seguir rígidamente un método puede ser contraproducente. La eficacia se mide por la comodidad con que se extrae la leche.
Una sesión de extracción manual puede durar de 20 a 30 minutos, alternando los pechos cada 5 o 10 minutos. Puede ser útil inclinar el cuerpo hacia delante y sacudir el pecho suavemente.
Fuente: Alba Lactancia
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