La música puede resultar muy beneficiosa durante el embarazo, tanto para la madre, como para el bebé por nacer y el padre, ya que la única conexión del futuro bebé con el exterior es la audición. Para ello lo importante no es tanto el tipo de música que la embarazada escucha como su estado anímico al escucharla; si la música que la madre escucha le causa placer el bebé la va a recibir con placer, sea cual sea el tipo de música.
Por ello es importante considerar los aspectos psicológicos de la madre, que van cambiando conforme avanza el periodo de gestación. En el primer trimestre se producen sensaciones de la madre relacionadas con los cambios hormonales, en el segundo trimestre la madre físicamente se siente mejor y ya percibe movimientos del feto y en el tercer trimestre el feto se hace sentir y la madre disfruta de estos cambios, aunque, hacia el final, desaparecen los cambios de humor y aparecen las fantasías y sueños recurrentes sobre el parto y los deseos de que este pase, pudiendo aparecer ansiedad ante el mismo.
El abordaje musicoterapéutico en el embarazo permite a las madres la posibilidad de conectarse muy especialmente con su bebé por nacer, mejorando la calidad del embarazo, del trabajo del parto y del nacimiento del bebé. Además puede reducir el nivel de ansiedad de la futura mamá y el estrés neonatal, prepararse para el parto (produce más partos sin cesárea, ya que muchas se producen por factores psicológicos), favorecer el control del dolor que se sufre durante las contracciones y tener un espacio donde poder desconectar y relacionarse con su bebé por nacer y con su pareja.
Por ello es importante conocer que, aproximadamente en el tercer mes y medio de gestación, el futuro bebé capta sonidos intrauterinos, y a partir del cuarto mes empieza a captar sonidos del exterior que empiezan a filtrarse; los que más reconoce son los de frecuencia más aguda. A partir del cuarto y quinto mes el aparato auditivo puede ser estimulado.
Los sonidos dentro del útero son diferentes a como los escuchamos nosotros, ya que los atenúa el líquido amniótico. Además el oído, como el resto del cuerpo, está recubierto de una capa fina llamada unto sebáceo que participa en la amortiguación de algunas frecuencias. Amnios, la atmósfera sonora del bebé es una atmósfera activa. El universo auditivo del feto está constituido por un universo sonoro constante y estimulante, constituido por ruidos de la propia madre y del propio bebé: corazón de la madre, corazón del feto, el ritmo circulatorio de la sangre por el cordón umbilical, la voz de la madre, el ritmo respiratorio, etc.).
Las áreas de trabajo en
En el siguiente enlace podéis encontrar información sobre clases de Musicoterapia para embarazadas: http://11870.com/pro/musicorum-escuela-musica
Fuente: Mi amiga Marisa
1 comentarios:
Querida Alejandra,
¡¡Menuda sorpresa lo de este blog!! Te felicito por esta increíble iniciativa, que me parece una idea fantástica. Ser madre te cambia la vida y, como una no nace aprendida para ello, es maravilloso dejar escritas tus impresiones,consejos,recomendaciones para las futuras mamás. Me la guardo y espero visitarla a menudo. Un fuerte abrazo, MªJosé
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